La presidenta argentina, Cristina Fernández, aseguró hoy que el papa Francisco "no está preocupado por la gobernabilidad de Argentina", según explicó a los periodistas tras el almuerzo que mantuvo con el Pontífice en el Vaticano.
Fernández negó así las declaraciones realizadas recientemente por el ceremoniero del Vaticano, Guillermo Karcher, quien explicó a una radio argentina que el Papa se mostraba preocupado por "la gobernabilidad y la sana democracia" de Argentina.
Al Papa "le preocupa la gobernabilidad y la sana democracia, él es argentino, ha vivido lo que todos hemos vivido en nuestra historia reciente", dijo entonces Karcher.
La presidenta argentina y el Papa abordaron la situación de Argentina durante el almuerzo privado de este sábado, al que fue invitada a principios de mes.
El ágape tuvo lugar en la residencia vaticana de Santa Marta, después de que la presidenta argentina le regalara al papa diversos objetos, entre los que se encontraba una tabla con la imagen de la Virgen de Luján (patrona de Argentina), para colocarla "en su cuarto", tal y como le sugirió.
Asimismo, le obsequió con un retrato del Pontífice con estética "pop art", un cuadro de Eva Perón y una escultura de gran tamaño de la Virgen Desatanudos, conservada en el interior de una caja tras un cristal y que dejaba sonar la canción "Aleluya", entre otros presentes.
cortesia elobservador.com,
ReplyDeletePablo de León
Periodista País Clarín
El Tango 01 se pobló con “los 33”, la lista de hombres y mujeres que eligió Cristina para su viaje a Roma y posterior destino a Nueva York.
La atracción para los viajeros del avión presidencial era la visita y la foto, fundamentalmente, con Papa Francisco.
La lista nucleaba diferentes experiencias peronistas: Aníbal Fernández, Gabriel Mariotto y Eduardo Valdés aportaban recorrido y anecdotario peruca, algo que predominó en las partidas de truco improvisadas en el avión presidencial.
Por otro lado, el estilo “pingüino” lo daban Carlos Zannini y Oscar Parrilli, los funcionarios más cercanos a Cristina. Los miembros de La Cámpora se abrían a la charla de modo casi inédito e integraban a otros jóvenes del kirchnerismo, como Victoria Montenegro, de Kolina, o Leonardo Grosso, del Movimiento Evita.
La discusión política no fue a fondo en las definiciones sobre el futuro pero sí hubo señales con la elección de los viajeros. Tres de los que fueron son precandidatos a la gobernación bonaerense: Fernando Espinoza, Juan Patricio Mussi y Gabriel Mariotto.
También hubo poltronas para dos de los siete precandidatos presidenciales del peronismo: Julián Domínguez y Aníbal Fernández recibieron bendición de CFK para la foto con el Papa; no fueron invitados al viaje los otros pretendientes al premio mayor como son Scioli, Rossi, Urtubey, Urribarri y Randazzo.
En el viaje a Roma, el Tango 01 debió efectuar una escala en Brasil; así es la necesidad de la nave oficial que no tiene autonomía para llegar a Roma sin dos paradas imprescindibles para cargar combustible. La otra escala fue en Marruecos.
La novedad para muchos de los viajeros fue el intercambio con Cristina. No es habitual que la Presidenta esté tan cercana a los dirigentes y con un agregado: verla cómoda, en confianza y vestida con un jogging, el que vistió para viajar confortable hasta Italia.
Las charlas fueron largas y los datos surgidos fueron muchos. Pero a varios les quedó latente una frase de Zannini: “La clave de esta elección está en la Provincia”, en referencia al territorio bonaerense.
El viaje a Roma, las fotos con el Papa y las caminatas por Roma dejaron mucho saldo político, de una comitiva con mucho aroma kirchnerista y poco afecto hacia el gobernador Daniel Scioli, principal candidato a la Presidencia desde ese espacio donde hoy, no es visto con el afecto propio de un aliado.