Despilfarro> |
Si se asoman por sus ventanas hacia una parte, verán el centro multifuncional del Ágora, 5.000 metros cuadrados, un mejillón de acero de 80 metros de altura, 80 millones gastados, el huevo que incubó la serpiente de la crisis.
Si se asoman con sus batas blancas hacia la otra, verán las 163 lamas ciclópeas que deberían ir insertas en el gigante, comidas por la maleza, apuntando como cañones que fueran a abrir fuego.
Hizo boom la crisis, sonó el crac en Valencia como una mascletá y hubo cosas que se vinieron abajo.
El Ágora sigue en pie. El Centro de Investigación Príncipe Felipe comenzó a ser humo.
Del segundo podríamos decir que en 2011 hubo 114 despidos por un ERE que afectó a más de la mitad de la plantilla -caso único en el mundo-, que la Generalitat cerró 11 líneas de investigación -cáncer, alzhéimer, lesiones medulares-, que el presupuesto se ha reducido en un 75%.
cortesia elmundo.es
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